Cada año, más de 400.000 centroamericanos emprenden un viaje de 3.000 millas a través de México para llegar a la frontera con Estados Unidos. Uno de cada cinco de estos inmigrantes ilegales son mujeres (a menudo madres solteras con hijos pequeños a los que mantener en sus países de origen) que saltan de trenes de carga dirigidos al norte en una búsqueda desesperada de trabajo.
"Violan a mujeres, les roban el dinero o las secuestran, pero uno se arriesga", dijo Norma Humaña de El Salvador.
Humaña es uno de los inmigrantes que aparece en el documental María en tierra de nadie, producido, con el apoyo de las Fundaciones para una Sociedad Abierta, por Elfaro.net, un periódico digital de El Salvador. El documental forma parte de un proyecto multimedia más importante sobre inmigración, realizado por un equipo de periodistas, fotógrafos y cineastas.
Los periodistas documentaron la victimización sistemática de los inmigrantes por parte de los grupos criminales en las estaciones de tren (a menudo a la vista de la policía y las autoridades locales), donde los secuestradores obligan a los inmigrantes a bajarse de los vehículos de carga y después piden rescate a sus parientes que se encuentra en los Estados Unidos. Otros inmigrantes son aplastados por las ruedas del tren o mueren en las manos de delincuentes comunes.
"Detectamos una crisis humanitaria escondida tras las maleza y entre las vías del tren que afectaba a personas que no resultan fáciles de identificar", comentó el fotógrafo Edu Ponce a CNN en Español. "Es una tragedia que ellos mismos se tengan que esconder".
Para el documental sobre mujeres inmigrantes, la periodista del Elfaro, Marcela Zamora, y el cineasta israelí Keren Shayo siguieron las huellas de estas mujeres durante cinco meses a lo largo de El Salvador, Guatemala, y siete estados mexicanos. Recopilaron más de 92 horas de filmación.
Dos de las mujeres que aparecen en el documental contaron que fueron prisioneras de los Zetas durante meses, un grupo de traficantes de drogas que controla la ruta de los inmigrantes a través de México. Otras dos fueron atacadas cuando viajaban en trenes de carga, y una tercera perdió el pie al ser arrojada de un auto en movimiento. Una cuarta mujer cuenta cómo fue vendida unos años atrás al dueño de un burdel en Guatemala por 500 pesos (alrededor de US$50).
El trabajo de El Faro sobre la inmigración ha recibido premios por su cobertura periodística y de derechos humanos de la Universidad Centroamericana (UCA), así como un galardón por parte del Foro Nacional para las Migraciones en Honduras (FONAMIH) por su cobertura del tráfico de personas.
De abril a julio, el equipo presentará el documental y su exposición fotográfica en Centroamérica, México y los Estados Unidos en una serie de eventos que se realizarán en colaboración con universidades y grupos sin fines de lucro que estudian la inmigración. Asimismo habrá proyecciones y talleres especiales con entidades gubernamentales y privadas que trabajan directamente con los inmigrantes.